Además de ser rigurosa y precisa, una traducción jurada está certificada por un traductor jurado el cual da fe de la fidelidad de la traducción. La traducción jurada ha de ir sellada y firmada por un traductor jurado reconocido por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.
Las traducciones juradas se envían siempre impresas en papel, pues necesitan de un sello y una firma. Por eso, si el cliente lo solicita, podemos enviarle una versión por correo electrónico antes de enviar la versión en papel. Una traducción jurada puede enviarse mediante un servicio de mensajería o bien por correo certificado según la urgencia del trabajo. El coste de este envío corre por parte del cliente y se factura junto con la traducción.